Hoy comienzo
con mis posts y quería comenzar con una historia muy peculiar y simpática que
encontré y quisiera que todos la conozcan y ahí vamos.
Esta la
historia del Marie Antoinette un reloj único en su género, dicho reloj no es un
simple reloj, se trata más aun del medidor de tiempo más precioso y añorado de
todos los tiempos ya que su fabricación se da en la década de 1780 de manos del
gran relojero, Abraham-Louis
Breguet creador de innumerables piezas de arte en el ámbito del tiempo ya que
Breguet inventó una serie de relojes y cronómetros, innovadores para la época
que es la Ilustración.
Así
que emprendieron búsqueda de dicho francés maestro en las artes mecánicas hasta
que en 1775 apareció la imagen de un hombre de 28 años llamado
Abraham-Louis Breguet suizo de nacimiento y huérfano de padre a la temprana
edad de 11 años y afortunadamente para suerte suya y de la humanidad su madre
se volvió a casar con un relojero él cual lo saco del colegio y lo convirtió en
su aprendiz y es así como Breguet empezó a aprender los principios básicos de
la ciencia del tiempo y su medición, con tan solo un año de aprendiz en el
ciudad Suiza de Ginebra, ya el joven Breguet ya era un erudito en el arte de
los movimientos, engranajes, mecanismos de escape y sabía todo lo referente
sobre relojes y cronómetros.
Abraham-Louis Breguet
Es
así que emprende viaje hacia París para trabajar con algunos relojeros
franceses y llego con profundas ganas de conquistar la ciudad parisina
y vaya que lo consiguió, aprendiendo a crear piezas pequeñas y sumamente
precisas y sobretodo significativamente ingeniosas y con una precisión
exactísima no solo de relojería sino también de la comprensión a profundidad
del tiempo y el espacio, y él joven Breguet nunca se cansaba de aprender nuevas
técnicas y avances, su sapiencia lo llevo a ser un gran conocedor de ciclos
solares así como de coreografía cronológica y también sabía mucho sobre
calendarios lunares.
Así mismo estableció su
taller en Quai de l'Horloge, en castellano él muelle del reloj, es así
como Breguet establecio un pequeño centro de innovaciones en
relojería dando a luz ahí a inventos como el reloj perpetuo que, como su nombre
indica, dicho reloj no necesitaba que se le diera cuerda pues aprovechaba la
energía producida por el movimiento de quien lo usaba toda una sensación y
de moda en los años 1780 y todo gracias a su buen gusto, simple y elegante más
siempre tener el plus de tener nuevas tecnologías así como nuevas
funciones y nuevos productos a trabajar.
Lamentablemente debido
a toda la técnica y belleza artística de dichos relojes, los relojes Breguet
eran de lujo y por ende sus clientes eran acaudalados y adinerados uno de esos
clientes no estaba tan lejos de su taller exactamente, a solo 25 kilómetros de
su tienda exactamente dicho lugar era y es conocido por todos es el magnifico:
el palacio de Versalles
Con Luis VI como rey de toda la
decadente Francia de esa epoca y a su derecha María Antonieta como reina y
señora, dicho recinto estaba lleno de aristócratas tratando de competir unos
con otros por quien ostentaba más.
Luis VI y María Antonieta
Y ya por esa
epoca tener un reloj Breguet era significado de opulencia y buen gusto ya que
dicho reloj era él ejemplo de modernidad, finura y buen gusto ya que dicho
reloj no solo mostraba la hora sino también mostraba el ciclo lunar o su
calendario y yendo más lejos dicho reloj permitía a los cortesanos exhibir su
grandísima riqueza, sofisticación y modernidad.
El nombre de Breguet estaba por lo más alto en su momento ya que era tan admirado en las altas esferas de la sociedad que recibió la tarea más importante de su vida, que era la de crear una pieza de relojeria para la mismísima reina de Francia, Maria Antonieta.
Es así como nace la famosa comisión #160 en el registro del taller de Breguet en la que se le asigna a Louis Breguet como relojero hacer un reloj digno de una reina. Aparte de muchas estipulaciones decía que debía tañer cada hora y cada cuarto de hora además de tener un termómetro y a la par mostrar él día, mes, año y años bisiestos, así como dar la hora solar y ser delicado pero robusto, sin ir más lejos todas las partes internas sin excepción debería ser del hermoso mineral zafiro.
Dicho reloj tenía que ser tan bello como ingenioso, con el máximo de complicaciones posibles y los materiales más preciosos y precisos y lo mejor es que no había límite ni tiempo para terminarlo y lo aún más extraño es que no decía quién lo había mandado hacer y hasta ahora es un gran misterio y a lo largo de los años ha sido tema de especulación.
Se cree hoy que fue él conde Hans Axel von Fersen, un noble procedente de Suecia que conoció a Maria Antonieta en Versalles en un baile de máscaras y causó sensación a tal punto que él y Maria Antonieta se volvieron amigos muy cercanos, hasta se sospecha que eran amantes.
Hans Axel von Fersen
Pero de forma evidente el gran Louis Breguet asumió el gran reto... pero lamentablemente pasarían 44 años de larga espera que estuviera culminado él trabajo ya que Francia por los años 1780, estaba a borde de un cambio radical ya que Versalles y París vivian dos realidades sumamente distantes y distintas.
Mientras que el palacio de Versalles reinaba la opulencia y él espectáculo en la capital por contrario Paris todo era mucha hambruna y enfermedad por las calles y reinaba la pobreza.
Ya para él mes de julio de 1789, con él precio del pan más alto que nunca, una multitud hambrienta y furiosa tomó la fortaleza de la bastilla y desfiló con la cabeza del gobernador en una pica por las calles de la capital francesa, y eso dio inicio a la Revolución Francesa.
Lamentablemente a nivel personal, los eventos fueron calamitosos para Breguet, pero indiscutiblemente Breguet apoyaba la revolución, pero a medida. que se torno más y más sangrienta, cualquier persona sospechosa de sentir alguna simpatía por los odiados reyes estaba en peligro. Y como ya es sabido Breguet tenía muchos clientes y vínculos con la corte ya que gracias a ellos vendía sus hermosas creaciones.
y respecto a su brillante y exitoso negocio, sus clientes fueron perdiendo la cabeza o huyendo del país.
Es por ese motivo que en 1793 Breguet regreso a su nativa Suiza él reloj de Maria Antonieta titulado con él mismo nombre y aún sin terminar.
Pero él reloj estaba a salvo, pero penosamente la reina no corrió con la misma suerte, ya que él 16 de octubre de ese año, fue llevada a la Plaza de Revolución y con un sencillo reloj Breguet abrochado a su vestido dando las 12 y 15 de la mañana, Maria Antonieta perdía la cabeza en la guillotina.
Así pasarían los años específicamente dos para ser exactos Breguet retorne a París en 1795 lleno de nuevas ideas, que rápidamente llego a realizar lamentablemente él viejo Versalles había desaparecido pero había una nueva corte presidida por Napoleón Bonaparte, a la que automáticamente Breguet le hacia nuevos relojes.
Es así como Josefina, esposa de Napoleón, logra obtener un reloj de tacto, que para los no conocedores es un reloj que podías saber qué hora era sin tener que mirarlo. Dicho reloj lo compró en 1800 con incrustaciones de pequeños diamantes y cuando se volvió emperatriz ordeno que los cambiaran por unos mucho más grandes.
Reloj de Josefina
Otra persona que gozo de tener un Breguet fue Caroline Murat, la Reina de Nápoles, y a ella le hizo un delgado reloj y lo montó en un brazalete de oro para que lo usara en su brazo, convirtiéndose así en el primer reloj pulsera de la historia de la humanidad.
Debido a su prolífico y maravilloso trabajo Breguet se volvió en el relojero más famoso del mundo y Francia lo recompensó con su máximo galardón fue la Legion d´Honneuur.
Caroline Murat Reina de Nápoles
Hasta que lamentablemente el tiempo, también pasaba para él y en setiembre de 1823 falleció y penosamente el maestro estaba muerto pero su mejor trabajo aún estaba incompleto hasta que cuatro décadas más tarde su hijo en 1827 termino él Marie Antoinette que se convirtió en él más complicado, sofisticado y bello reloj del mundo.
Su primer dueño
fue el marqués de la Groye, quien había sido paje de Marie Antoinette, cuando
lamentablemente marqués falleció, el reloj estaba en el taller de los Breguet
así que la familia volvió a custodiarlo.
Hasta que a
finales del siglo XIX volvió al mercado pasando discretamente por varios dueños
y coleccionistas hasta que llego a las manos del coleccionista británico Sir
David Salomons que lo compró con otros 100 relojes más hechos por el genio
Breguet, Salomons dejo su colección a su hija quien la donó al Museo
de Arte Islámico de Israel, Un increíble y poco improbable destino final para
él Marie Antoinette.
Museo de Arte Islámico
Así
él reloj en una caja de cristal, por mucho tiempo hasta que en 1983
específicamente un 15 de abril de ese año, un hombre de contextura delgada
vestido de negro cortó círculos en las vitrinas y cuidadosamente hurto más de
100 relojes antiguos, entre ellos el Marie Antoinette, además de algunas
pinturas y un par de libros.
Hasta cuando estaban a punto de presentar la réplica, un extraño comerciante de antigüedades llamado Zion Jakobov se comunicó con la curadora Rachel Hasson y le informó que un abogado tenía la invaluable colección de Breguets del museo y entre ellos el Marie Antoinette, Hasson dudó hasta que vio por primera vez el Marie Antoinette y era él legitimo reloj conjunto con otros 96 de los 106 que fueron hurtados por un hombre llamado Na'aman Diller quien era conocido ladrón de arte pero muy mal vendedor debido a eso dejó lo robado en cajas de seguridad durante 23 años hasta que murió de cáncer en él 2004 pero en su lecho de muerte le confeso a su mujer había robado dichos objetos y fue ella quien contrató al abogado que empezó a hacer las llamadas para organizar su pronta devolución.
Nos vemos hasta
que cambie la hora de su reloj
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