Todo empieza en los principios del
siglo XIX, entre 1820 y 1823 en una
España inestable. Es ahí donde el genio Francisco de Goya y Lucientes da a
luz sus magníficas Pinturas
Negras. Nadie sabe el por qué y como las hizo. La segunda pregunta
es más fácil de responder que la primera. Las hizo con la técnica de óleo al
seco sobre yeso, directamente sobre un
muro.
Estas maravillosas obras fueron
hechas en la Quinta del Sordo, una extensa finca y casa de campo situada en una
colina que hoy delimita la calle Caramuel y la Juan Tornero, en el distrito de
Latina de Madrid, en el Margen derecho del rio Manzanares y a unos 200 metros
de del puente Segovia, en el arranque del camino a la ermita de San Isidro,
antiguamente en el término municipal de Carabanchel, a las afueras de Madrid.
La Quinta del Sordo fue llamada así
por su antiguo propietario, que al igual que Goya y Lucientes era sordo.
Curiosamente, Goya obtuvo esta propiedad el 27 de febrero de 1819 del también
sordo Pedro Marcelino Blanco, el cual albergó a Goya hasta su exilio en Burdeos
1824.
El primero que se hace cargo de la Quinta del
Sordo y de las geniales pinturas fue Antonio de Burgada, también pintor y amigo
de Goya. Después de la muerte de este en 1854,
Mariano Goya, nieto del maestro, vende la Quinta del Sordo en 1873 al
Barón Émile
d'Erlanger, aristócrata y banquero francés,
el cual estuvo siempre codicioso de vender dichas pinturas murales a su país,
primero al museo francés del Louvre y luego a la Exposición Universal de
Paris en 1878. Pero fracasó en su
intento por el poco interés de los franceses por el arte de Goya, lo que lo llevó a donar dichas obras al Museo
del Prado en 1881. Naturalmente, estaban completamente deterioradas por el
tiempo, desde rajaduras provenientes de
las paredes mismas hasta deterioro de los colores, pero aun así la donación prosiguió;
lamentablemente en los terrenos de la finca en 1884, se construyó la estación
Goya, obviamente por que el artista
vivió allí. Dicha estación daba servicio a una línea de vía estrecha que unía
Madrid con el Municipio Toledano de Almorox, para su próximo cierre, hasta
que, lamentablemente, la finca fue demolida en el año de 1909 por abandono.
Todo empieza en los principios del
siglo XIX, entre 1820 y 1823 en una
España inestable. Es ahí donde el genio Francisco de Goya y Lucientes da a
luz sus magníficas Pinturas
Negras. Nadie sabe el por qué y como las hizo. La segunda pregunta
es más fácil de responder que la primera. Las hizo con la técnica de óleo al
seco sobre yeso, directamente sobre un
muro.
Estas maravillosas obras fueron
hechas en la Quinta del Sordo, una extensa finca y casa de campo situada en una
colina que hoy delimita la calle Caramuel y la Juan Tornero, en el distrito de
Latina de Madrid, en el Margen derecho del rio Manzanares y a unos 200 metros
de del puente Segovia, en el arranque del camino a la ermita de San Isidro,
antiguamente en el término municipal de Carabanchel, a las afueras de Madrid.
La Quinta del Sordo fue llamada así
por su antiguo propietario, que al igual que Goya y Lucientes era sordo.
Curiosamente, Goya obtuvo esta propiedad el 27 de febrero de 1819 del también
sordo Pedro Marcelino Blanco, el cual albergó a Goya hasta su exilio en Burdeos
1824.
El primero que se hace cargo de la Quinta del
Sordo y de las geniales pinturas fue Antonio de Burgada, también pintor y amigo
de Goya. Después de la muerte de este en 1854,
Mariano Goya, nieto del maestro, vende la Quinta del Sordo en 1873 al
Barón Émile
d'Erlanger, aristócrata y banquero francés,
el cual estuvo siempre codicioso de vender dichas pinturas murales a su país,
primero al museo francés del Louvre y luego a la Exposición Universal de
Paris en 1878. Pero fracasó en su
intento por el poco interés de los franceses por el arte de Goya, lo que lo llevó a donar dichas obras al Museo
del Prado en 1881. Naturalmente, estaban completamente deterioradas por el
tiempo, desde rajaduras provenientes de
las paredes mismas hasta deterioro de los colores, pero aun así la donación prosiguió;
lamentablemente en los terrenos de la finca en 1884, se construyó la estación
Goya, obviamente por que el artista
vivió allí. Dicha estación daba servicio a una línea de vía estrecha que unía
Madrid con el Municipio Toledano de Almorox, para su próximo cierre, hasta
que, lamentablemente, la finca fue demolida en el año de 1909 por abandono.
Quita del Sordo en 1905 (Foto de Asenjo, publicada en la revista La Ilustración Española y Americana 15 julio de 1909 )
Ahora
veamos qué conforman esos grandiosos lienzos como son: Saturno
comiendo a un hijo, el
famoso Aquelarre, las Dos
viejas tomando Sopa, el Duelo
a garrotazos, el Perro
semihundido, la Romería y Peregrinación de San Isidro, Las Parcas, Los Dos
Viejos, Las Mujeres riendo, Los Hombres Leyendo, La Visión Fantástica, La
Manola o doña Leocadia Zarrilla
y por último y no menos importante, Judith y Holofemes.
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