miércoles, 29 de junio de 2016

Los nuevos “Cazadores de Idolatrías”



Hecho sumamente lamentable en el nombre de Dios un grupo de Testigos de Jehová destruyeron el antiquísimo templo mexicano de otomí ubicado en San bartolo de Tutopec, en el estado de Hidalgo, era un templo Mayonikha que significa ‘México Chiquito’, dicho templo tenía entre siete y nueve mil años de antigüedad y era un destino obligado entre los indígenas de dicha región, así como los demás que viven en los pueblos adyacentes. Los Testigos de Jehová destruyeron una decena de altares de piedra utilizados para adorar a las deidades otomíes. Y tuvieron la desgracia de justificar sus actos diciendo que actuaron en nombre de Dios, pues consideraban el culto ancestral indígena como una forma de adoración al diablo.

 Restos del templo Mayonikha destruidos por salvajes Testigos de Jehová

 Todo lo contrario con la religión otomí que en realidad venera la tierra, el fuego entre otros elementos que tienen sus propias deidades a las que les dedican sus ofrendas. Según Lourdes Báez antropóloga mexicana, dice que el templo Mayonikha para los otomíes es igual que La Meca para los musulmanes o El Vaticano para los católicos. 
Y lo peor de todo es que no se sabe cómo es que los perpetradores entraron al templo de Mayonikha, ya que dicho templo está protegido por los mismos indígenas otomíes que son de origen Nahuatl (quien camina con flechas) y dicho templo solo lo frecuentan los otomíes que son el quinto grupo étnico de México y sólo permitan el acceso a los fieles. 

                           Realmente indígnate y sumamente triste para la historia de México.

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