viernes, 19 de febrero de 2021

Antes enemigos, ahora amigos

 Todo empezó hace 281 años. A 200 kilómetros al oeste de la ciudad rusa de Moscú, propiamente en la ciudad de Vyazma o en ruso Вязьма ,a orillas del rio del mismo nombre, propiamente el 3 de noviembre de 1812, el Ejército Imperial francés comandado por Louis Nicolas Davout  fue repelido por los rusos comandados por el general Mikhail Andreyevich Miloradovich en la llamada batalla de Vyazma. Es ahí mismo donde el ejército ruso hizo muchos estragos y perpetró repetidos ataques contra la escuadra imperial francesa que poco pudo hacer contra el bando del zar. Algunos franceses se retiraron en estado de aglomeración y desorden del territorio ruso lo que  fue crucial y decisivo para que las escuadras napoleónicas abandonaran por completo territorio ruso.

Tropas de Napoleon en Rusia, obra de Adam Albrecht.

Y  es así como llegamos al año 2010,  cuando una excavación en el mencionado pueblo de Vyazna develó unos cadáveres que aparentemente eran de la época de la Segunda Guerra Mundial, pero gracias al análisis detallado de la antigüedad de los huesos y de unos botones de los uniformes, se hizo posible determinar que los restos eran mucho más antiguos y que pertenecieron a unos regimientos de dicha batalla de Vyazma.

La batalla de Vyazma, obra de Peter Von Hess.

Para suerte del equipo de investigadores de la Fundación para el Desarrollo de Iniciativas Históricas Franco-rusas que se ha encargado del reconocimiento e identificación de los cadáveres ,- exactamente 120 soldados entre rusos y franceses-,  también se encontraron 3 cadáveres de mujeres y 3 adolescentes  posiblemente mujeres que acompañaban a sus maridos a los conflictos , los 3 adolescentes posiblemente son 3 tamborileros, hallazgo que arroja más datos acerca de la batalla.

Con motivo del bicentenario de la muerte de Napoleón, el pasado sábado 13 de este mismo mes, fueron debidamente sepultados los 126 restos repartidos en 8 ataúdes cubiertos con ambas banderas en muestra de unión y fraternidad entre rusos y franceses. Dicho entierro se llevó a cabo al son de una salva de cañón, de una manera muy solemne, simbólica y significativa a pesar de la nieve y de los 15 grados bajo cero, contando con la presencia de un centenar de figurantes con atuendos que emulaban la época, además de la asistencia de los descendientes de los jefes militares de ambos bandos.

En palabras de algunos de sus protagonistas : “La muerte pone a todo el mundo en pie de igualdad, todos están en la misma tumba” . Así se expresó  Yulia Khitrovo de 74 años , tataranieta del famosísimo general en jefe del  zar, Mijáil Kutuzov . Y en palabras del bando francés:   “Me emociona mucho estar presente en esta ceremonia, símbolo del respeto mutuo de las partes”, declaró el príncipe Joachim Murat, tataranieto del famoso mariscal de Napoleón del mismo nombre.

El general Mijáil Kutuzov en la conferencia de Filí

Nos emociona saber que estos restos ya reposan en paz y con los homenajes merecidos,  ya que estos hombres y mujeres dieron la vida para que poblaciones actuales en Europa ahora vivan en paz.

A pesar de estar viviendo esta nefasta pandemia y a pesar también de nuestros propios problemas, el hecho de conocer de acciones de honor y dignidad, nos sirve de consuelo y aprendizaje, así como de esperanza en la humanidad.

Tengamos  confianza en que los males pasarán y en que todo lo que estamos viviendo nos  dejará mucha experiencia, aunque  a  lo  único a lo que no podemos  hacer frente es a la  mismísima muerte.

Aquí unas imágenes del simbólico y merecido homenaje a estos hombres y mujeres que dieron la vida por sus ideales de paz.







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